DEATH NOTE y...cuidado con donde y a quien le firmáis un autógrafo


¿Y si pudieras acabar con cualquiera con sólo escribir su nombre en un cuaderno? ¿A quien matarías (si es que fueses capaz de hacerlo)?

Pues bien, Light Yagami no duda un instante en quienes van a ser sus objetivos.
Sin embargo Light, conocido más comúnmente como Kira, es muchas cosas salvo común. Él no es como la mayoría de nosotros; Kira es el estudiante más brillante de Japón, un superdotado con aires de estrella de rock y una mente peligrosamente decidida en convertirse en un dios de carne y hueso.

Y no hay dioses sin demonios. Conocidos como los shinigamis ellos portan los Death Note y gracias a sus ojos pueden matar a las personas viendo sus nombres reales y el tiempo que les queda de vida.  Ryuk es el shinigami que deja caer su cuaderno; lo deja caer en nuestro mundo porque se aburre, sin más, quiere ver que sucede; la diferencia en este caso es que la persona que lo recoge no es un joven más, esta vez ese joven es Kira.

 A cualquier otro se le podría haber planteado un dilema moral, al fin y al cabo, matar no es lícito aunque las personas a las que elijamos sean despreciables; no somos jueces y, aún ellos, no deberían decidir sobre si alguien vive o muere no? Pues no. Kira no. Él entiende que el cuaderno de muerte es un medio para un fin mayor, un mundo sin maleantes ni criminales. Hasta aquí todo bien, pero… ¿qué sucede cuando las fuerzas del orden, la verdadera justicia, pone sus ojos en una cifra sospechosamente elevada de infartos entre la comunidad criminal japonesa?.

Y si, una vez que os habéis decidido a usar el cuaderno, en principio con buenas intenciones ojo; matar violadores, pederastas y asesinos, por nombrar algunos de los posibles objetivos, peligrase vuestra integridad. Al fin y al cabo, Kira es un asesino de cara a las autoridades (de hecho “Kira” viene de la pronunciación japonesa de la palabra “killer”…)

Aquí es donde entra en juego L. Un país como Japón no iba a tener un solo superdotado verdad?. L es un detective poco común, tan listo como Kira (algunos dirán que más y sin duda otros pensarán que menos). Esta batalla por defender lo que cada uno de ellos considera “justicia” no os la podéis perder bajo ningún concepto.


Sin ánimo de hacer muchos más spoilers me gustaría dejaros un grupito de cliffhangers: sabed que el cuaderno permite matar de la forma que se describa en sus hojas, que hay más de un cuaderno en nuestro mundo con su correspondiente shinigami pasándoselo pipa detrás, que para matar a alguien es necesario conocer su aspecto y que, antes de que hayáis terminado esos maravillosos 37 episodios habréis elegido vuestro bando para siempre…

Esta reseña no es para el lector de manga o espectador de anime, esos ya han visto Death Note…esta recomendación va dirigida a los que creen que el anime japonés son solamente dibujos animados, si le dan una oportunidad puede que vean la luz (light).



                                                                                                         Pablo Roquero


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