“Existe al menos un lugar en el universo que con toda seguridad puedes mejorar, ese lugar está dentro de ti mismo”. Antoine De Saint Exupery.
Todo comenzó con un pequeño punto azul en el horizonte, un nuevo planeta Tierra que se movió a nuestro sistema solar, posándose como un fantasma sobre el cielo nocturno.
En la víspera del descubrimiento astronómico, un accidente devastador altera irrevocablemente la vida de Rhoda Williams (Brit Marling), una brillante joven que acaba de ser aceptada en un importante programa de astrofísica y John Burroughs (William Mapother), un reconocido compositor que se encuentra en la cima de su carrera.
Comparada inadecuadamente con “Melancholia” de Lars Von Tier, la película de Mike Cahill “Another Earth”, es una hermosa meditación en silencio sobre los alcances de la culpa y la redención. Cahill demuestra que las películas de ciencia ficción no precisan de música a todo volumen, violencia continua, efectos especiales y monstruos gigantes. Es más un drama que una película de género, la ciencia ficción es tan anecdótica, que sin ella la película habría funcionado igual de bien.
Como sea, las reflexiones sobre el descubrimiento de un planeta Tierra duplicado resultan brillantes, los cuestionamientos existenciales al respecto, funcionan muy bien como marco, al proceso por el que pasan los dos protagonistas; Si volvieras a nacer, ¿cometerías los mismos errores?, ¿qué es lo primero que harías si pudieras empezar de nuevo?, si estuvieras frente a tu otro yo, ¿qué podrías aprender de ti mismo?
En momentos la trama es predecible, y el recurso argumental de un accidente automovilístico como hilo conductor, es un gran cliché incansablemente explotado en el cine. Por otro lado, la película ha sido muy criticada por presentar aspectos inverosímiles desde el punto de vista científico, por ejemplo, en ningún momento se cuestiona porqué ni la órbita, ni los océanos de la Tierra se ven afectados con la aparición de un nuevo planeta. Sin embargo, la historia está tan hábilmente escrita que todo lo anterior es irrelevante.
La película es una ópera prima independiente, pero esto no llega a ser algo muy importante como para afectar la calidad de la producción o fastidiar al espectador. La edición es dinámica e ingeniosa, la fotografía en tonos azules está conforme a la temática, entregando autenticas postales en movimiento, toda la película es un deleite visual. La música electrónica del grupo “Fall on Your Sword” es usada de manera concreta, no como un accesorio; sólo música o atmósferas transmitiendo emociones, sin necesidad de palabras. Las actuaciones merecen el reconocimiento de una entrega de premios. Brit Marling, quien también co-escribió el guión, da una interpretación intensa y conmovedora.
No dejes que los comentarios pesimistas que ha recibido te impidan disfrutar de esta joya. La película no se trata de algo tan terrenal como la gravedad. Sin embargo, eso realmente no importa, la metáfora de la simetría cósmica funciona como una oportunidad para interiorizar y aprender a mirarse a uno mismo. Sugiere que la verdad, no está en el espacio exterior, sino en el interior de cada persona, que es a final de cuentas, el universo más grande por conquistar.
Titulo Original: Another Earth.
Género: Ciencia ficción / Drama.
País: Estados Unidos.
Año: 2011.
Director: Mike Cahill.
Guión: Brit Marling, Mike Cahill.
Protagonistas: Brit Marling (Rhoda Williams), William Mapother (John Burroughs).
Música: Fall On Your Sword.
Fotografía: Mike Cahill.
Premios:
Premio Alfred P. Sloan en el Festival de Cine de Sundance 2011, otorgado a películas con temáticas de ciencia o tecnología, o que representan a un científico, ingeniero o matemático como personaje central.
Premio del Público en la categoría de largometraje de ficción en el Festival de Cine de Maui 2011.
Fue nombrada como una de las 10 mejores películas independientes del año por la National Board of Review.
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