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Ayer comencé a ver la cuarta temporada de una serie inglesa que como no, tiene su versión americana, bastante mas mala pero de mas éxito, y aprovecho la ocasión para presentárosla como dios manda y os enganchéis a ella como lo estoy yo. En primer lugar deciros que tendréis que verla en VO, ya que la serie original no se ha emitido en ninguna cadena española, hace siglos cuatro compró los derechos y allí se quedaron en el olvido, sin doblar y sin emitir en el limbo de Mediaset, al que aprovecho para animarlos a ponerla en alguno de esos canales nuevos que han montado porque la serie lo merece. En segundo lugar decir que los que esperen un crepúsculo que busquen mejor otra serie porque no tiene nada que ver con los vampiros fosforitos.
La serie tiene un punto de partida, genial con un piloto muy entretenido que tiene la mala suerte de no contar aun con dos de los protagonistas, porque los actores del piloto son otros, pero que nos cuenta como un Vampiro que ha dejado la sangre y un hombre lobo que se ha apartado de la humanidad, deciden intentar ser normales alquilando una casa en Bristol, con tan mala suerte de que en la casa ya vive alguien, una fantasma a la que solo los seres sobrenaturales pueden ver, al menos en un principio, así que tras hablarlo deciden unir fuerzas los tres y llevar una vida lo mas normal del mundo, pero digamos que el resto de los vampiros de Bristol no lo ven tan claro, de hecho el jefe del clan piensa que la forma alternativa de vida que ha elegido el protagonista, pone en peligro su supremacía.
Aunque casi todos los episodios tienen una historia separada, todos tienen una temática común que va avanzando a través de la temporadas, temporadas cortas de seis episodios, duración perfecta ya que te quedas siempre con ganas de mas y no te harta nunca. A pesar de los momentos de acción, que los tiene y muy buenos, es una serie de guión, al contrario que la norteamericana, en esta las conversaciones y los momentos salón como les llamo yo, son lo mas importante de la serie y a eso le sumamos un humor negro divertidísimo, no os perdáis el episodio de la zombie. Una cosa importante que decir, aquí nada es de color de rosa, los vampiros son unos seres asesinos y crueles, incluso el protagonista, los hombres lobos no son digitales GRACIAS A DIOS, y la fantasma cuando se enfada es peor que poltergeist, así que no esperéis rollos en plan crónicas vampíricas. Una serie magnifica con sus momentos realmente épicos y que nos demuestra que la ficción británica está a años luz de la española.
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