Redescubriendo la Trilogia de "El Señor de los Anillos" Parte III por @Loren Lumiére.


Volvemos a pasarnos por aquí para finalizar este exaustivo análisis sobre la Trilogia del Anillo, la gran epopeya creada por J.R.R.Tolkien y adaptada para la gran pantalla por Peter Jackson, el largo viaje de Frodo y Sam hacia el Monte del Destino concluye aquí, esta última película es probablemente la más intensa y épica de las tres, el camino del héroe está más presente aquí que en las anteriores entregas, conjuga de manera brillante la aventura con la épica y nos regala un inolvidable y agridulce final, como toda gran historia debe concluir, todo un broche de oro.

La tercera entrega fué la más taquillera de las tres, además de ser la más premiada teniendo en su haber la friolera de 11 Oscar de la Academia, siendo a su vez la única película de "género" en poseer la estatuilla dorada a "Mejor Película", a modo general la Trilogia posee 17 Oscar algo inaudito en la historia del cine, realmente todos los premios funcionan como un reconocimiento general a una historia completa que ha marcado a millones de personas en todo el mundo, una saga para ver una y otra vez, para admirar sus paisajes, disfrutar de su historia, sorprendernos con sus decorados y empatizar con sus personajes, la titánica labor de Peter Jackson dió sus frutos de manera sobresaliente, para un servidor es la última gran aventura que nos ha dado el cine y hasta el dia de hoy no ha sido superada, a modo personal es una película muy especial y está por encima de cualquier saga cinematográfica que se pueda remarcar.

Para mí ha sido todo un placer dedicarle este extenso dossier que sin duda se merecía, sin más acompañemos a nuestros hobbit hasta el final de la aventura, hasta el mismísimo Monte del Destino, asi que pongámonos en marcha tras ingerir el último trozo de pan de Lembas, Mordor nos espera.


El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey.

La película comienza con un flasback que nos cuenta la historia de Gollum cuando aún era un hobbit normal y corriente llamado Sméagol, en la tarde de su cumpleaños y en compañia de Déagol deciden ir a pescar cerca de la orilla de Rio Grande, allí Déagol encuentra un anillo en el fondo del rio, a modo de curiosidad este se lo enseña a Sméagol que queda prendado de él al instante, tras un intenso forcejeo entre los dos hobbits por ver quién de ellos se quedará con dicho anillo, Sméagol acaba estrangulando a Déagol y a su vez se exilia en las profundidades de las Montañas Nubladas, allí el anillo acabará poseyéndole hasta convertirlo en alguién totalmente distinto, en un ser sin alma, un ser solitario que acabará por olvidar incluso su propio nombre, tras años y años viviendo en grutas y cuevas oscuras llenas de humedad su físico acabará cambiando presa del poder que ejerce sobre él el anillo único, así el hobbit Sméagol acabará convirtiéndose en la criatura llamada Gollum.


Tras este brillante flasback la trama nos pone de nuevo en compañia de Frodo y Sam cada vez más exaustos, animados por un inquietante Gollum que esconde oscuras intenciones para con los hobbits, mientras tanto Gandalf, Aragorn, Légolas, Gimli, Éomer y Théoden llegan a caballo hasta la desolada e inundada Isengard donde se reencontrarán con unos efusivos Merry y Pippin que se encuentran celebrando la victoria junto a Bárbol, el pastor de árboles.

Una vez allí Saruman desafiará a Gandalf y Théoden desde lo más alto de su torre de Orthanc, pero este será traicionado inesperadamente por su siervo Grima Lengua de Serpiente que le clavará un puñal por la espalda haciendo que el mago acabe precipitándose al vacio, una vez muerto y tras recoger el Palantir de Isengard todos pondrán rumbo a Meduseld para celebrar la justa victoria. En plena noche Pippin intenta hacerse con el Palantir a pesar de la advertencia de Gandalf, con él en sus manos percibe al señor oscuro y a su vez ve un árbol blanco, esta señal le sirve al mago Gandalf como mensaje pues advierte que Minas Tirith será el próximo objetivo de Sauron  y decide partir hacia Gondor para visitar al senescal Denethor y advertirle del peligro.

Una vez allí el Senescal aún dolido por la muerte de su hijo predilecto Boromir hace oidos sordos de las recomendaciones de Gandalf y se niega a pedir ayuda al pueblo de Rohan, a pesar de ello Pippin consigue encender las Almenaras de Minas Thirith para pedir ayuda al pueblo del rey Théoden, Aragorn ve la fogata a lo lejos de la montaña y avisa al rey de que Gondor necesita ayuda, el orgullo de Théoden aún es latente pues el pueblo de Gondor no acudió en la ayuda de Rohan en el Abismo de Helm, aún así finalmente consigue reunir un ejército y deciden partir hacia la guerra.



En Rivendel por petición de Arwen se forja de nuevo la espada Narsil destinada a ser empuñada por el heredero de Isildur, es decir Aragorn, el futuro rey de Gondor, con ella Aragorn podrá pedir ayuda al ejército de los muertos destinados a cumplir un antiguo juramento y que ahora moran sin descanso eterno en una oscura caverna.


Mientras tanto Frodo guiado por el perverso Gollum se adentra en la guarida de Ella Laraña, no sin antes discutir y prescindir de la ayuda y compañia de su fiel compañero Sam por culpa de un malentendido perpetrado por Gollum, una vez en la guarida Frodo es atacado por Gollum y también por Ella Laraña que lo dejará inmóvil y envuelto en su telaraña, Sam vuelve sobre sus pasos y vence al monstruo, consigue también hacerse con el anillo antes de que Frodo sea apresado por una partida de orcos y llevado a Cirith-Ungol, Sam los persigue hasta la fortaleza donde salva a Frodo de nuevo y ambos hobbits prosiguen su camino vestidos de orcos para no levantar sospechas en las tierras de Mordor.

 Faramir es enviado por su padre a una misión casi suicida, ya que deberá recuperar el paso de Osgiliath ahora en poder de los orcos, algo que no dudará en hacer para demostrarle a su padre su valía, su grupo apenas regresa con vida y es Gandalf quién acude en su ayuda alejando a los espectros alados en plena llanura de Gondor, ahora las hordas de Sauron se cuentan por miles y están a las puertas de Minas Tirith, la gran guerra está a punto de comenzar, Denethor enloquece pero Gandalf arenga a las tropas a la batalla en un encarnizado y desigual enfrentamiento, el ejército de Gondor resiste las embestidas de las tropas de orcos una y otra vez, deben poner a salvo la ciudadela y a su gente, mientras tanto espectros alados atacan ferozmente y los orcos aprovechando la confusión de la batalla deciden lanzar cabezas decapitadas al interior de Minas Tirith para así infundir aún más el terror entre sus habitantes.


Deben resistir hasta la llegada de Rohan pero finalmente los orcos consiguen entrar en la cuidadela causando mortandad y destrucción a su paso, Gandalf, Pippin y todo el ejército de Gondor hancen frente como pueden y cuando todo parece perdido un cuerno resuena en la lejanía, los hombres de Théoden por fin han llegado, cientos de miles de jinetes se apostan en la llanura esperando la orden de su rey para comenzar la última gran carga de caballeria de la Tierra Media.

La carga hace temblar el suelo, miles de jinetes a galope caen sobre el ejército de Mordor, que son muertos bajo la estampida y el acero Rohirrim, la batalla es dura ya que el ejército de Sauron vuelve a tener ayuda ya que una ingesta cantidad de Olifantes aparecen en el horizonte, el ejército Haradrim aparece para ayudar al señor oscuro obligando a los jinetes de Rohan a crear una segunda embestida, esta vez de poco sirve ya que muchos de los jinetes son muertos al impactar contra estos mastodónticos seres, que aplastan sin mucha dificultad las huestes del rey Théoden, la lucha es intensa y árdua, por fortuna Aragorn hace acto de presencia en los muelles de Osgiliath junto a Gimli y Légolas y el ejército de no muertos que viene a cumplir su juramento y nivelar la batalla, finalmente la balanza se decanta por las tropas de Gondor y Rohan, la victoria ha sido dura, ha costado muchas vidas entre las que se encuentran las del rey Théoden y la de Denethor.

La lucha está lejos de terminar y Gandalf lo sabe, las tropas de Sauron se estan reagrupando de nuevo y sólo cabe la esperanza de que Frodo consiga su misión y acabe con el anillo en el Monte del Destino, la única forma de ayudarlo es marchando con un ejército hacia la Puerta Negra para así mantener la atención de Sauron enfocada en ellos y facilitarle el camino al pequeño hobbit.


Una vez en la puerta negra una gran cantidad de orcos rodean a Aragorn y compañia, en ese momento el futuro rey de Gondor arenga a sus tropas una última vez con un emotivo discurso para llenar sus corazones de ese valor tan necesario en ese preciso momento, finalmente la comunidad del anillo junto a cientos de soldados de Rohan y Gondor se lanzan cargando sobre el ejército de orcos para darle todo el tiempo posible a Frodo.

Frodo y Sam finalmente consiguen llegar al Monte del Destino completamente exhaustos, una vez allí Gollum reaparece para conseguir el anillo por enésima vez, durante un breve forcejeo Frodo escapa y consigue entrar en la gruta del Monte del Destino donde el Anillo Único debe ser destruido, pero una vez en el borde del precipicio donde Frodo debe arrojar el anillo este le juega una mala pasada, pues el hobbit se niega a arrojarlo y lo reclama para sí, el poder del anillo ha sucumbido ante él, pero Gollum está lejos de rendirse y vuelve a abalanzarse sobre Frodo, ambos forcejean cerca del borde del abismo, finalmente Gollum consigue hacerse con la joya tras arrancarle un dedo a Frodo, pero fatídicamente para él cae finalmente al fuego junto al anillo de poder, la misión ha sido cumplida, el anillo único ha sido destruido.

Una vez desaparecido el anillo y su poder el Monte del Destino entra en erupción, la torre de Sauron se viene abajo y todas las tropas huyen despavoridas sin rumbo fijo mientras el suelo que pisan cede bajo sus pies, esta vez la victoria es total, Frodo lo ha conseguido, este es rescatado junto a Sam por Gandalf  que aparece montado sobre Gwúaihir el señor de los vientos, les llevará por fin a un lugar seguro, tras el reposo necesario de toda la comitiva Aragorn es coronado como rey de Gondor y a su vez todos los hobbits recibieron honores, es hora de la vuelta a casa, la comunidad se despide, aunque disuelta para siempre sus lazos de amistad perdurarán para siempre, finalmente los cuatro hobbits acompañados por Gandalf vuelven a La Comarca, allí  Frodo escribirá sus memorias y partirá para siempre hacia las Tierras Imperecederas junto a su tio Bilbo, tras una emotiva despedida a cargo de los cuatro hobbits y en especial de Frodo y Sam el barco zarpa hacia el Oeste, los hobbits restantes quedan desolados pero deben de rehacer sus vidas, las memoras escritas por Frodo y Bilbo son cedidas a Sam que parte hacia su hogar en compañia de su esposa y sus dos hijos, teniendo siempre en mente a su compañero y amigo y la aventura que ambos han vivido les ha marcado para el resto de sus vidas, eso es algo que jamás olvidarán.


Sobre la producción:

Volvamos ahora a mencionar interesantes detalles sobre la producción que nos ocupa, quizás la más compleja de las tres y la favorita de su director, sin más vamos con ello: El actor que interpreta a Faramir no tuvo tiempo de aprender a montar para la escena en que carga contra los orcos, para solucionar esto lo subieron sobre un barril en una ranchera y le hacían dar botes. La mayoría de los jinetes de Rohan son en realidad amazonas. La senda de los muertos es una localización ya usada en "Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro" del mismo director.

El barco de los corsarios negros, toda la tripulació son los componentes de Weta, la empresa que hace los efectos especiales. Uno de los mayores retos del equipo fue darle vida a la araña gigante (Ella-Laraña) pues Peter Jackson sufre de aracnofóbia, para crear su diseño se basaron en un arácnido autóctono de Nueva Zelanda. Royd Tolkien, bisnieto de J.R.R. Tolkien, actúa en El Retorno del Rey como soldado de Gondor. Se fabricaron 900 armaduras, 2000 armas y se pegaron y despegaron 1600 pares de orejas y pies de látex a medida. En la batalla de los Campos de Pelennor actúan más de 2.000 extras. Howard Shore, el compositor de la banda sonora, aparece en la versión extendida detrás de Légolas en el concurso de bebida que éste y Gimli hacen en la fiesta de Édoras.

Salvo el reparto principal, todos los actores son neozelandeses. En las escenas de guerra participan las tropas del ejército neozelandés. El maquillaje de los hobbits demoraba el rodaje hora y media.Para la trilogía se hicieron más de 60 miniaturas de héroes. Arwen (Liv Tyler), tiene mucho más protagonismo en la película que en el libro. Billy Boyd dispuso de menos de dos días para componer la melodía de la canción que su personaje, Pippin, canta ante Denethor.


Se había rodado otra versión del enfrentamiento entre los ejércitos de Gondor y Rohan contra Sauron y sus tropas, que al final fue descartado. En dicha versión Sauron adoptaba de nuevo forma corpórea (tal y como se le veía en el prólogo de LCDA) y se enfrentaba cuerpo a cuerpo contra Aragorn, tras unos breves segundos de desconcierto en los que éste último logra vislumbrarle con su aspecto seráfico. Gran parte del metraje fue reutilizado digitalmente para mostrar a Aragorn luchando con un troll, en vez de con el propio Sauron. El brazo que aparece blandiendo a Dardo en una de las tomas en las que Sam hace frente a Ella-Laraña no pertenece en realidad a Sean Astin sino al propio Peter Jackson.

 La prótesis bucal que llevaba puesta Bruce Spence, quien interpreta a Boca de Sauron en la versión extendida, fue agrandada digitalmente para darle un aspecto más terrorífico y grotesco. Los actores que encarnan a los hobbits tuvieron que rodar la escena de la despedida de Frodo en 3 ocasiones diferentes, durante 3 días completos en total. En el primer dia de rodaje Sean Astin olvidó volver a colocarse el chalequillo que luce Sam tras un breve descanso, mientras que en la segunda ocasión las tomas salieron desenfocadas por un problema técnico.



El maorí Lawrence Makoare, quien ya interpretó al Uruk-hai Lurtz en La Comunidad del Anillo, hace aquí doblete, al interpretar tanto al Rey Brujo de Angmar, como al orco Gothmog (el que pronuncia la frase "El tiempo del orco ha llegado").Uno de los artistas encargados del story board interpreta un guardián de almenara en Gondor.

Es la favorita de la trilogía para Peter Jackson, ya que dice: "Es la que tiene más trasfondo emocional y eso es lo que cuenta, porque no importa la cantidad de espectáculo que pongamos, ni los efectos especiales. Llega un momento en el que a la gente lo que le interesa es el nivel humano, la parte con la que ellos pueden identificarse". Henry Mortensen interpretó a un soldado Gondoriano y a un orco, después de haber interpretado a un niño de Rohan en Las Dos Torres. Los dos hijos del director vuelven a tener cameo, esta vez como Gondorianos. Las tres películas fueron rodadas a la vez. El rodaje comenzó el 11 de octubre de 1999 y finalizó en febrero de 2001, aunque se volvieron a rodar posteriormente algunas escenas para la segunda y tercera parte.


 Crítica:

La tercera parte es sin lugar a dudas la más épica, intensa y emotiva de toda la trilogia, su ritmo sigue siendo envidiable manteniendo la trama dividida en varias sub-tramas como ya ocurriera en Las Dos Torres pero que a su vez se van hilvanando hasta llegar a un mismo cauce narrativo, Jackson nos vuelve a demostrar que es un gran director, consiguiendo set pieces dignas de admirar una y otra vez, la puesta en escena sigue siendo brillante en todos los sentidos, arropada por una fotografía sobrecogedora, que sabe plasmar la belleza necesaria en cada plano o secuencia, los valores mantenidos durante toda la saga como pueden ser el valor, el honor, la avaricia, la traición, la ambición, el poder y sobre todo la amistad se acentuan aún más en el tramo final de la historia, el buen hacer a la hora de retratar a los personajes en la trama es lo que engrandece aún más esta historia y por ende a esta saga, algo que está a un nivel muy superior al de otras películas similares.

Como he citado antes esta entrega posee lo mejor de las dos anteriores, la calidad y aventura de la primera con la épica desbordada de la segunda consiguiendo un resultado digno de reconocer, la batalla en los campos de Pelennor si bien no supera a la del Abismo de Helm está rodada de manera impecable, manejada con gran dominio escénico y arropada con unos efectos especiales al servicio de la historia, las escenas de acción están mejor intercaladas que en la segunda entrega dando como resultado un ritmo mucho más ágil, además el guión también merece ser destacado dando como resultado diálogos bastante respestuosos con la novela original, desde el soberbio prólogo que abre el film y terminando por el insuperable clímax final que nos pone el corazón en un puño, la película consigue que nos adentremos en la Tierra Media y que compartamos los miedos y aventuras de sus personajes como si de los nuestros mismos se tratase.

También mencionar la enorme complejidad que la historia posee y que está brillantemente resuelta consiguiendo no perder al espectador entre tanto nombre, lugar y acontecimiento, un diez para Jackson y todo su equipo en este apartado,  la lucha entre las fuerzas del bien y del mal sobresalen por encima de cualquier otra lectura, aunque también cabe destacar la crítica a la industrialización, la moraleja medioambiental y la fuerza de la amistad y el sacrificio.

El corte a cine de aventuras clásico sobrevuela por todo su metraje, destaca y nos hace recordar las grandes producciones épicas de Hollywood con esos planos largos, esos planos generales donde el paisaje es un personaje más de la propia historia como lo era el desierto en Lawrence de Arabia, Jackson se recrea en este tipo de planos que posteriormente han sido copiados hasta la saciedad, pero no superados.

Una película inolvidable, emotiva y que nos hace encariñarnos con sus personajes como hacía años que el cine no conseguía, tan emocional como espectacular sabe ofrecer lo mejor de cada cara de la misma moneda y su resultado hace palidecer a cualquier película de aventuras que ose compararse con ella. Tan siniestra como hermosa, llena de sentimientos y emociones humanas en cada una de sus entregas a pesar de su género cinematográfico, una película que te atrapa como pocas, una aventura única arropada por un nivel artístico y escénico de lujo.

Una obra maestra indiscutible, esta trilogia forma ya parte no sólo de la historia del cine, si no lo que es más importante forma parte del corazón cinéfilo de muchos muchos espectadores que ha disfrutado con ella como con ninguna otra saga sin importar su condición, sexo o edad y eso es algo que sólo las grandes películas saben ofrecer. Magistral e inolvidable, cine en estado puro.



Loren Lumiére López










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