El co-presidente de los estudios Naughty Dog, en entrevista concedida a Eurogamer, aseguró que están muy preocupados ante la transición a la octava generación de consolas. "El geek que habita en ti siempre se emociona ante la aparición de un nuevo juguete", dijo Wells, "pero después se empieza a imponer el aspecto práctico: va a suponer un trabajo durísimo. Cuando se trata de nuevas tecnologías, el día a día es arduo, el progreso lento, requiere de un radical cambio de actitud y mentalidad para afrontar semejante reto y no es plato para todos los gustos."Wells recordó que durante la transición de la sexta a la séptima generación "Naughty Dos pasó sus días más oscuros y perdíamos gente todas las semanas - había gente que simplemente no lo soportaba". El otro co-presidente de Naughty Dog, Christopher Ballestra, añadió que el proceso fue "terrorífico" y admitió que "Cometimos varios errores al cambiar de PS2 a PS3 y no los volveremos a cometer". ¿Las ventajas? Naughty Dog afronta la nueva transición mucho más consciente de los desafíos que la última vez.
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