Los Jardines de la Luna de Steven Erikson

Soy de esos que empezó a leer con los libros de la colección del Barco de Vapor. No tengo ni idea de si se siguen editando, era una colección de libros infantiles que clasificaba por colores según la edad, presentando obras directamente preparadas  lectores de entre los 5 a los 15. Creo que nunca olvidaré al Pirata Garrapata, o la migración a través de las aristas de Lumbanico el planeta cúbico. Una familiar mía que era profesora nos iba regalando libros de esta colección cada vez que nos veía a mí, y a mis dos hermanos. Creo que mi afición evidente a devorarlos todos fue lo que empujo a otro familiar a regalarme los que recuerdo como mis dos primeros libros serios: El Hobbit y la Historia Interminable. Considero que hay algo de ese Bastian Baltasar Bux dentro de muchos de nosotros, y de la emoción de leer aquel libro escrito en tinta verde y roja debajo de las sabanas, imaginándonos en un altillo humedo.
Como se comprenderá mis primeras lecturas fueron relacionadas con la fantasía y pase gran parte de mi adolescencia devorando páginas de este género, de mayor y menor calidad, libros que recuerdo, otros que no,  y alguno que me gustaría olvidar. Lo que me provoco ya con edad algo adulta una indigestión sobre el género. Todo parecía lo mismo, héroe anónimo que tras un evento mesiánico, y un largo peregrinaje salvaba el universo en peligro. Por supuesto siempre un malvado oscuro al que solo nombrarlo se fundían las bombillas y la gente caía arrodillada.
Mas de 10 años estuve  evitando este género, incluso desoyendo a amigos que me recomendaban algo llamado “Canción de Hielo y Fuego” de un tal George R. R. Martín, que luego he disfrutado tanto.
Hace un par de años, accidentalmente leí un artículo de un joven escritor americano, Brandon Sanderson, exactamente criticando de la misma forma el género y apuntando a escritores que intentaban innovar. Y  planteaba un genero más adulto, lejos de los estándares de venta fácil que habían es­tado marcando la últimas décadas. Autores como Patrick Rothfus y George R. R. Martin eran nombrados y eso me empujo a darle una segunda oportunidad al género. Para gran sorpresa mía si que existían esos libros de fantasía con enfoque adulto y que escapan del cliché para adolescentes. Y me alegro de haber leído aquel artículo porque ha sido en esta segunda oportunidad es cuando he leído algunos de los libros que más me han gustado dentro del género.

Y tras la introducción llego al libro de hoy, que incluiré dentro de una de esas gratas sorpresas que me ha dado la vuelta al género: Los Jardines de la Luna de Steven Erikson. Este es el primer volumen de la saga de “Malaz: El libro de los Caídos”. Que a día de hoy ya cuenta con los diez títulos de los que se compone editados en ingles, y cuatro de ellos traducidos al español. La creación de todo este universo parece extraída del sueño de muchos adolescentes que juegan a rol, o el que teníamos a los quince años cuando nos juntábamos sábados por la tarde muchos para echar nuestra partidilla. Erikson junto con Ian Cameron Esselmont idearon todo el imaginario del universo de estos libros y la gran trama que los rodean  mientras jugaban a rol. Que aunque no venga muy a cuento es el mito que también rodea a la Dragonlance, y alguien en algún momento me tendría que confirmar... Una vez tuvieron la idea cuajada intentaron que la idea se convirtiera en una película. Como explica el mismo autor en el prólogo, se les cerraron muchas puertas por ser una idea demasiado “oscura, adulta y compleja”. Tras ver como ese proyecto inicial fracasaba pactaron que mantendrían la propiedad intelectual común de la idea original, pero que eran libres, cada uno de ellos, de elaborar bajo su nombre individual diferentes libros. Eriksson parece ser que decidió ponerse manos al tajo, y de aquella idea original ya ha generado 10 volúmenes para la trama principal y otros 3 o 4 de historias relacionadas con personajes menores. Y viendo el éxito que ha tenido no creo que este Imperio de Malaz se quede solo aquí. De hecho Esselmont ya tiene también editados en inglés como mínimo dos títulos relacionados con la misma historia. Creo que se centran alrededor de la Guardia Carmesí (Crimsom Guard) un grupo de mercenarios que ya aparecen en el primer volumen. O como mínimo en este primer volumen son mercenarios…
Entrando ya en este primer volumen de la saga avisar que es un libro duro de enganchar al inicio, y como dicen por ahí requiere un fuerte ejercicio de "anulación de la incredulidad". El autor te lanza desde el principio en medio de una historia de la que no parece querer explicarte los antecedentes, una historia lo suficientemente atrayente como para que sigas leyendo aunque cada página parece crear mas interrogantes. Como él mismo autor explica en el prólogo el libro requiere una atención del lector especial, y no caer en leer el libro al galope como te empuja el ritmo de la historia. He de reconocer, que aunque leí atentamente el prólogo, no hice caso a estos consejos en mi primera lectura y devoré literalmente las 500 páginas de la edición española, coincidir con las navidades colaboró a que en pocos días me encontrara sin más con el final del libro. Con lo que una segunda lectura, aparte de confirmar que el libro me gusta, me está ayudando a entender mejor todas esas pequeñas porciones de información que el autor va dejando alrededor de la trama en la que se centra este volumen.
El libro te coloca en el final de un largo y desgastante asedio a la ciudad de Pale, un asedio por parte de un Imperio Malazano que no sabes cuánto tiempo lleva expansionándose. Unas legiones atacantes que llevan cientos de batallas de las que no tienes información o justificación. Diferentes facciones en lucha de las que solo entiendes sus posiciones rivales por las acciones presentes, no porque se te presenten sus antecedentes. Y una miríada de dioses interviniendo sin dar tampoco a conocer el porqué de sus intenciones. (Supongo que más de uno me insultará pero si ponemos el rapto de una princesa por en medio no os recuerda a una “historieta” que escribió Homero, no?). Esto es algo que realmente me ha gustado del enfoque del autor. Existen autores que insertan párrafos explicativos del entorno de la historia, otros fuerzan conversaciones entre personajes que ayudan al lector a entender los antecedentes. Erikson no da ninguna de estas concesiones y deja que cada personaje explique y diga lo que necesita decir. Y explica lo que pasa, no lo que ha llevado a esta situación. Puedo entender que gente que espere una lectura más “fácil” deje rápidamente el libro, pero conforme la historia va avanzando y los personajes van cuajando todos esos interrogantes no son más que un incentivo más para continuar una muy bien trenzada y narrada historia.
Nota: Muchos de los nombres utilizados en el libro son adjetivos o nombres como Azafrán, Seto, Violín… Mantendré los nombres traducidos en la edición en español (mala costumbre todo sea dicho) e incluiré los nombres originales si los recuerdo/conozco.
Otro de los puntos fuertes es la fortaleza y realismo de los personajes mostrados. Quizás alguno roce algún cliché pero se agradece tener al duro y torturado sargento WishkeyJack y a sus AbrasaPuentes (Bridgeburners) en la historia. Cada uno de sus integrantes con sus misterios Kalam un asesino imperial, Ben el Rápido un misterioso mago, Seto, o el "explosivo" Violín, haciendo de este grupo uno de las grandes razones por las que tengo que seguir leyendo estas obras. Pero no todos los personajes parecen ser tan crípticos, el capitán Param, la consejera  Lorn o la maga Velajada nos muestran claramente su pasado y siguen pareciendo creíbles e interesantes. O las naturales y humanas preocupaciones e intereses de la banda de pillos que nos muestran la vida de Darujhistan y como esta ciudad se va viendo inmersa en la trama. Como apuntaba antes, toda una legión de dioses y seres con gran poder adornan toda la historia completando el elenco de actores necesarios en una novela del género. Para mi gusto, especialmente los dioses, tienen un trasfondo demasiado parecido a los que nos tiene acostumbrados los universos de Dungeons&Dragons, especialmente Forgotten  Realms, pero todavía no se han mostrado totalmente como para asegurar esta afirmación. Apunta en algunos momentos a la concepción de dioses mas homérica, en la que la humanidad simplemente es un teatro de operaciones de sus maquinaciones, lo que me gustaría mucho mas.
Algo realmente de agradecer es que el autor no te considera un lector estúpido en ningún momento. Cierto que entras en lo que parece una película ya empezada, pero mantiene este enfoque con la suficiente inteligencia como para mantenerte leyendo sin tener que desvelar mas que lo que la misma historia le exige. Los dioses, presentados tal y como van apareciendo, tampoco hacen su aparición en tropel, Oponn dios/dioses del azar con su misterioso objetivo, la casa de la Sombra con su mostrada animadversión hacia la actual dirigente del Imperio Malazano la emperatriz Lasseen, o la siempre necesaria y presente Muerte dejan su marca en la historia. Historia que nos enseña como todos estos personajes viven la evolución de la campaña de expansión del Imperio Malazano fuera de su continente. Continente del que apenas tenemos cinco páginas al inicio del libro, y no para explicarnos nada de él…
Entiendo que siendo un ciclo de diez libros el primero no puede mas que apuntar a lo que ha de venir, y si solo son pinceladas, ¡¡Bienvenidos sean todos los nuevos volúmenes!! Algo que me ha gustado especialmente es la sensación de desesperación y oscuridad que rezuma todo el libro. Leyendo otros libros de fantasía, siempre aspiras la esperanza de la solución y el mundo mejor. En este caso solo puede esperar sentir las ganas de supervivencia de los personajes. Desesperados, y torturados por el pasado no parecen tener mas objetivos que la codicia, la venganza o el seguir sirviendo por el sentido del honor, que es lo único que les queda tras toda una vida de desventuras. Quizás el único que parece dar algo de aire fresco es Azafrán debido a su juventud. Pero esta misma inocencia, en un mundo que parece haber perdido el rumbo es lo que lo hace parecer idiota a veces, y refuerza el sentimiento total de oscuridad del libro.
Me ha encantado y estoy deseando empezar el siguiente volumen de la saga. Empujar a cualquiera que le guste el género a probarlos porque merecen cada minuto dedicado a su lectura. A los que no os llame mucho la fantasía, pues os recomendaría empezar por otros,  ¿o porque no por este?
Puntuacion: 7/10
Arch.
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