“Quiero que me ayudes, a atrapar a un asesino de mujeres”
Sin prestar demasiada atención a la falta de creatividad que hay últimamente en Hollywood, ni a los intereses millonarios detrás de una franquicia que es garantía de ventas, hay que decir que el ejercicio de ver dos películas basadas en la misma historia -y que incluso llevan el mismo nombre en Norteamérica- es algo muy interesante y divertido.
La Chica del Dragón Tatuado del Director David Fincher, no es propiamente un refrito, sino más bien una nueva adaptación del libro Los Hombres que no Amaban a las Mujeres, del escritor y periodista sueco Stieg Larsson, el cual ya había sido llevado al cine en su país de origen, por el director Niels Arden Oplev en 2009.
No voy a ensañarme aquí en comparaciones exhaustivas, simplemente comentar que esta nueva película tiene un tono más irreverente que la primera, sin carecer de diálogos inteligentes y frases memorables. Hay elementos de una que se extrañan en la otra, y las dos gozan de sus respectivas omisiones y adiciones al texto original. Aunque la verdad, es un error esperar adaptaciones fieles, no se puede evitar pensar en el libro. El desarrollo de ambas películas fue resuelto de forma casi idéntica, y esto me hace pensar que en la versión gringa no hubo demasiado interés en ser más originales, si no que el objetivo central era la mercadotecnia, hacer una película mejorada en el aspecto técnico, y con una fórmula ya probada, dirigida a un público que no gusta de leer subtítulos.
Sin embargo, no por esto la película es mala. De hecho, está por encima del montón de lo que suele realizar Hollywood, y resulta atrayente simplemente por tener una óptica distinta. En su favor, se puede mencionar que la trama difícilmente puede alterarse demasiado, sin provocar la ira de los fanáticos. Y aún así, Fincher se arriesga con su narración, dejando su sello impreso por todas partes. Esto último también es un atractivo, pues se trata de un director inteligente, que regularmente entrega buenas películas (Seven, Fight Club, Alien 3, Zodiac, Benjamin Button, etc).
Desde el inicio, nos queda claro que estamos ante un producto sumamente comercial y estilizado. Los primeros minutos de la película parecen más un video de Nine Inch Nails que los créditos iniciales. Aunque retratan muy retóricamente la relación entre los dos personajes centrales. El argumento es ya conocido: El periodista Mikael Blomkvist (Daniel Craig), en espera de resolver una demanda por difamación que pesa en su contra, recibe un alarmante encargo para investigar la desaparición y probable asesinato de una joven. Blomkvist acepta el trabajo, con la promesa de que al final, recibirá en pago la información que limpiará su carrera. Conforme avanza la investigación, el personaje de Lisbeth Salander (Rooney Mara), una hacker de 23 años, asistirá a Blomkvist para facilitar la resolución del caso.
Los temas abordados incluyen la corrupción corporativa, el espionaje, la disfunción familiar, la misoginia, y por supuesto el amor -aunque no en su forma tradicional-. La historia contiene un montón de elementos gráficos, todos ellos cuidadosamente llevados de la página a la pantalla. Los valores culturales de Suecia son cruciales y Fincher logra conservarlos en la medida de sus posibilidades; costumbres, lugares, ambientes, a excepción del lenguaje claro está (personajes suecos hablando todo el tiempo en inglés).
Daniel Craig es un poco frío en el papel de Mikael Blomkvist, y hasta podría decir que poco interesante, pero en momentos logra captar la inseguridad y vulnerabilidad que Stieg Larsson escribió. Rooney Mara tiene un rendimiento admirable, poniéndole su firma a una Lisbeth Salander que sigue siendo el principal atractivo de la historia; fumadora empedernida, poseedora de una inteligencia insólita, una mujer que vive en su propio mundo, evitando el contacto visual con la gente (Larsson sugiere que podría padecer el Síndrome de Asperger)- y que anda por la vida sin sutilezas sociales, con un odio patológico hacia los hombres que maltratan mujeres. Con esta película, el personaje de Lisbeth Salander se consagra como un símbolo del nuevo feminismo y metáfora de la subversión cultural.
Aunque no hay nada convencional entre la relación de una hacker bisexual veiteañera, y un periodista cuarentón profesionalmente ético, la química entre ambos es palpable. El resto del los personajes está bien logrado. Únicamente extraño que no se ahonde un poco más en Dragan Armansky (Goran Visnjic), jefe de Lisbeth en la empresa de investigación Milton Security.
La trama del libro vuelve a sobresalir por encima de cualquier tratamiento que se le dé, y sigue siendo absorbente aunque ya se conozcan los detalles. Para complementar la acción y el suspenso, el score de Trent Reznor y Atticus Ross es la cereza en el pastel. Aunque no se pueda creer, el personaje de Lisbeth Salander no es muy allegado a la música, pero siempre me pareció que en esta historia, hacía falta darle un lugar más importante a la música.
La Chica del Dragón Tatuado es el tipo de historias oscuras y fascinantes que le gustan a David Fincher. Historias que ofrecen mirar hacia un mundo frío, con breves momentos de lealtad entre repetidos actos de traición. La película es muy intensa, en gran parte porque el director sabe exactamente cuándo darle una cachetada al espectador. La minuciosidad que pone en los detalles, no la veía desde Hitchcock y Kubrick. Tiene aspectos muy ingeniosos y atrevidos, como ambientar una de las escenas más terrorificas de la película con Orinoco Flow de Enya. No hay duda en que Fincher era el indicado para el trabajo, aunque yo no diría que el material es explotado como él suele hacerlo.
La película todavía está en cartelera y la primera versión ya es relativamente fácil de conseguir. Como al final no me atrevo a concluir cuál de las dos es superior, yo animaría al público a que no se pierda de ver esta película en el cine, y que también revise la versión sueca, así como los libros de Larsson, y que al final cada quien juzgue qué interpretación es la mejor.
Titulo Original: The Girl with the Dragon Tattoo.
Género: Thriller.
País: Estados Unidos.
Año: 2011.
Director: David Fincher.
Guión: Steven Zaillian.
Reparto: Daniel Craig (Mikael Blomkvist), Rooney Mara (Lisbeth Salander), Christopher Plummer (Henrik Vanger), Stellan Skarsgård (Martin Vanger).
Música: Atticus Ross, Trent Reznor.
Género: Thriller.
País: Estados Unidos.
Año: 2011.
Director: David Fincher.
Guión: Steven Zaillian.
Reparto: Daniel Craig (Mikael Blomkvist), Rooney Mara (Lisbeth Salander), Christopher Plummer (Henrik Vanger), Stellan Skarsgård (Martin Vanger).
Música: Atticus Ross, Trent Reznor.
Trailer subtitulado:
Créditos, secuencia inicial:
Enya – Orinoco Flow:
Premios y nominaciones:Oscar (pendientes):Mejor actriz, Mejor fotografía, Mejor montaje, Mejor sonido, Mejores efectos sonoros.
National Board of Review:
Mejor actriz revelación.
Critics Choice Awards:
Mejor montaje, Mejor banda sonora.
Globos de Oro:
Mejor actriz drama, Mejor banda sonora.
Premios BAFTA:
Mejor banda sonora, mejor fotografía.
National Board of Review:
Mejor actriz revelación.
Critics Choice Awards:
Mejor montaje, Mejor banda sonora.
Globos de Oro:
Mejor actriz drama, Mejor banda sonora.
Premios BAFTA:
Mejor banda sonora, mejor fotografía.
Gran Remake. Peliculón
ResponderEliminarGran critica, que ganas de verla
ResponderEliminarGracias, yo voy a verla de nuevo!
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